Llega la publicidad. En este Madrid-Barcelona (3-1), en el que Lobo Carrasco y García Cortés se disputan un balón, el madridista luce una camiseta con cuello de pico con las tres rayas moradas, marca de la casa Adidas. Llegó del Mónaco por 80 millones, asumió el rol de Casemiro desde el principio y se asentó como titular de buenas a primeras gracias a una adaptación meteórica.