El emblema de esta casaca reside en lo que el celtismo vivió con ella: la final de Copa de 1994. Para casi todos los aficionados del club era la primera vez que veían a su equipo a un partido de conseguir el primer título de su historia. Con esa casaca llegaron las primeras gestas del ‘EuroCelta’: la remontada al Aston Villa en Villa Park, las dos victorias sobre el Liverpool y el hito de alcanzar los cuartos de final por primera vez en su historia.